Los rayos pueden caerte de forma inesperada o que tu cuerpo de señales de lo que va a ocurrir erizándose tu pelo y/o tu piel. Es poco probable que un rayo acabe con tu vida, pero suele causar daños en el sistema nervioso central que perduran de por vida. Si causa la muerte puede ser que el corazón de la persona alcanzada se pare ante tanta electricidad.
Cobijarse bajo un árbol ante una tormenta parece buena idea, sin embargo, al recibir el impacto de un rayo, la resina que contiene alcanza temperaturas altísimas que al caer pueden ocasionarte grandes daños, además, la fuerza del rayo hace que salgan disparadas muchas astillas que son necesariamente mortales.
Al oir truenos hay que refugiarse, el mejor lugar para hacerlo es una casa o refugio, que aisla del exterior, pero hay que tener cuidado con la electricidad ya que los rayos pueden viajar por los cables de la luz y el teléfono y atacarte si estás en contacto directo con ellos.
Si lo que tienes más cercano para resguardarte es un coche, lo que te protege es la carrocería, aunque todo el mundo cree que es el caucho de los neumáticos. La carga eléctrica fluye por el coche y se desprende en el suelo sin causar daños a los integrantes del coche. Esto se cumple cuando a los aviones les caen rayos y sus pasajeros ni se enteran, practicamente todos los aviones son alcanzados una vez al año.
Ante la idea de no encontrar un lugar donde protegerte, la mejor opción es mantenerte en cuclillas, ya que la electricidad fluirá mejor por tu cuerpo ocasionándote menos daños y salvándote la vida.
Y recuerda un rayo no cae dos veces en el mismo lugar, ¿o sí?
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